miércoles

Me veia a mi mismo de lejos, en un pasado no tan pasado, y me despreciaba, me consideraba el peor de los imbeciles, como el niño que agarra su juguete preferido, el que mas quiere, y lo golpea sistematicamenten contra el suelo, para ver si es resistente o no. No, no era tan resistente como yo creia: se hizo pedazos, me quede sin mi juguete preferido. Y ya puedes llorar, ya, que no lo velveras a tener.




La necesutava a ella, me habia acostumbrado a ella y ahora me parecia que ninguna otra mujer le llegaba a la suela de los zapatos.

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